CAMINOS Y SENDAS
- nosotrasblg
- 14 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Caminos y sendas.
Si leíste el blog anterior que escribí, recordarás que platiqué sobre los planes qué tenía a los 19 años y que no salieron cómo yo esperaba. No crean que era algo de otro mundo, quería lo que la mayoría quiere a esa edad, terminar la universidad, vivir fuera la ciudad donde había crecido, etc. Tuve una crisis a los 18 años, siempre quise estudiar el Instituto Bíblico, pero no era algo que mis padres apoyaran, busqué y apliqué para muchas becas en diferentes lugares, pero no tuve ninguna respuesta afirmativa. Había una lucha interna entre “querer hacer la voluntad de Dios” y construir un plan de vida que no fuera en la iglesia, en ese tiempo creía que una estaba peleada con la otra, crecí escuchando que “debíamos dejar todo por seguir a Jesús” pero no era algo que se acomodara a mi presente. Tuve que dejar la universidad después de un año y buscar un trabajo porque económicamente todo se complicó en mi casa, la oferta que salió fue dar clases de inglés a niños de kínder, estaba enojada al principio y solo pensaba “no es justo”. Una madrugada con el corazón roto abrí mi Biblia y subrayé este versículo “Plantados en la casa del Señor, en los atrios de nuestro Dios, florecerán”. (Salmo 92:13)
Yo sentía que Dios tenía este diálogo conmigo, “¿quieres florecer?, plántate”. Para mi sorpresa, dar clases en esa escuela me becó en el Instituto Bíblico, por tres años trabajé en las mañanas y estudiaba en las noches hasta que me gradué en Teología y me certifiqué al mismo tiempo para dar clases en cualquier parte del mundo, fui maestra por nueve años. En mi iglesia local comenzamos un movimiento que marcó mi vida de soltera y fue una temporada que no solo pulió mi corazón, sino que lo preparó para lo que venía.
Si por tu mente han pasado pensamientos de frustración “por qué otras sí y yo no”, “por qué todos parecen avanzar y para mi se pone cada vez más difícil” o “se me está acabando el tiempo”. Necesitas seguir avanzando sin voltear a los lados.
“Reconoce al Señor en todos tus caminos y él enderezará tus sendas”
- Proverbios 3:6
Este versículo hizo descansar a mi alma en esa temporada y lo sigue haciendo, si las endereza, es porque no siempre están derechas, nuestra voluntad no es tan poderosa para deshacer la de Dios, incluso si has tomado malas decisiones, confía en su gracia y busca agradarlo a Él como primer filtro en lo que sea que hagas. La intriga es porque usa dos palabras que pueden ser sinónimos en la misma línea, la diferencia entre un camino y una senda es que el camino lo puedes hacer tú del punto de partida que elijas hasta el destino, pero la sendas tienen como característica que alguien más ha caminado ahí, es algo que está marcado previamente, quiero creer que cuando nuestras decisiones no salen como esperábamos, necesitamos recordar que no vamos solas y que cuando seguimos a Jesús, al final siempre tiene sentido.
Hace dos semanas presenté mi proceso de titulación como Licenciada en Pedagogía, con 28 años, casi 4 de casada, esperando a mi primera hija y cumpliendo el sueño de trabajar en mi iglesia local. Pude presentarlo por la experiencia laboral que tuve, esa que “no estaba en mis planes” pero que Dios me regaló para llegar a donde estoy ahora. Ojalá pudiera leer esto la Valeria de 19 años, pero no es como la fe opera.
Oración:
Jesús, quiero vivir una vida que te honre. Te entrego hoy mis sueños y mis planes, ayúdame a descansar en tu voluntad, pero también a ser fiel y diligente con lo que me has confiado en la temporada que vivo. Quiero disfrutar el presente porque sé que en el futuro tú ya estás,
Amén.
Xoxo
Vale