CONVICCIONES ESTABLES EN UN MUNDO INESTABLE
- nosotrasblg
- 25 mar 2024
- 4 Min. de lectura
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor. Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”.
Mateo 5:13-16 NTV
Me encanta que los versículos resaltan la importancia de nuestras acciones para hacer brillar a Jesús en nuestras vidas, y a la vez nos compara con la sal y con la luz, cosas que tienen sustancia, pero la sal sin su sabor, es decir, sin su sustancia no sirve de mucho. Una luz que no alumbra un cuarto oscuro no sirve de mucho. Asimismo, nuestras acciones sin sustancia son vacías, y la sustancia de nuestro actuar es una suma de lo que está en nuestro corazón y las creencias que sostenemos, es decir, nuestras convicciones.
Las convicciones son los principios o las creencias que guían nuestras acciones, decisiones y como nos relacionamos con la vida; estas reflejan nuestra fe y nos guían a una vida que honra a Dios y refleje Su carácter. No son solo opiniones o preferencias volubles, sino creencias sólidas y firmes.
Así que quiero preguntarte, ¿cuáles son tus convicciones? Y no me refiero únicamente a si crees o no en Dios; si estas leyendo esto es muy probable que sí lo hagas. Yo me refiero a, ¿qué es lo que crees de Dios? ¿Cuál es tu postura respecto a distintos temas a la luz de Su Palabra?
En un mundo donde es fácil ser movidas y convencidas a creer cualquier cosa, es de vital importancia tener bien en claro qué es aquello en lo que creemos, ya que nuestras convicciones no solo pavimentan lo que creemos de Dios y de nosotras mismas, sino también son la base de nuestras interacciones con otras personas.
Como dice Su Palabra; Dios nos ha puesto en lugares que a veces pueden ser difíciles, tanto dentro como fuera de la iglesia, para iluminar, para llevar a Jesús. Pero, es necesario ir a ellos con convicciones inamovibles que provienen de Cristo, para mantenernos firmes. En medio de un mundo que constantemente cambia, en el que hay un tema nuevo cada día, no se trata de ser indiferentes a estos temas o a la manera en la que el mundo cambia, sino de interactuar y filtrar estas cosas a la luz de Su Palabra.
El problema, es que cuando no tenemos convicciones firmes y claras ante un mundo cambiante, pueden suceder escenarios como:
* Ser llenas de los pensamientos del mundo, por no saber o no estar seguras de lo que creemos.
* Tener miedo a ser juzgadas por la gente, incomodarlos o ponernos en ridículo, por no tener argumentos fuertes.
* Agobiarnos ante el mundo o aislarnos, limitándonos de animar o ser la diferencia en conversaciones o en la vida de las personas, por no saber cómo poner en palabras o acciones el Evangelio.
* Ser ahuyentadas por las convicciones escandalosas de las personas, más que ser conmovidas por las heridas detrás de las personas o las historias que Dios quiere usar para inspirarnos.
Cuando no sabes cómo poner en acción el Evangelio y tus convicciones en los lugares que Dios te ha puesto, es como apagar la lámpara y a veces no solo escondemos la luz, sino que la alejamos de ese lugar que tanto la necesita, terminamos siendo lámparas apiladas en los rincones de las cuatro paredes de la iglesia.
El problema es que podemos pensar que Dios quiere de nosotras una fe ciega (sin fundamentos o sin pensar), pero no es así; Dios quiere una fe y convicciones que vienen de:
* Un profundo entendimiento de quien es Dios.
* A que nos llama verdaderamente Su Palabra.
* Una relación cercana con nosotros donde podemos conocerlo y Él puede darse a conocer con nosotras.
* Y, de una sensibilidad a la dirección y mover del Espíritu Santo, permitiéndole intercambiar nuestras convicciones u opiniones por aquellas que se alinean a lo que Dios quiere.
Así que, amiga, te animo a que no limites tu conocimiento de Dios solamente a lo que escuchas de alguien más, pon tu fe, tu corazón y tu mente a trabajar en conocer a Dios directamente.
Obviamente Dios usa a personas, como tus padres, amigos, pareja, líderes y pastores, pero no te quedes estancada solo en lo que escuchas de ellos, deja que Dios deposite convicciones en ti y te renueve constantemente, ya que nuestra influencia es llevada al siguiente nivel cuando tenemos certeza y confianza plena de lo que creemos acerca de Dios y de lo que Él quiere hacer a través de nuestra vida.
Así como Jesús tomó tiempo de su vida para leer la Palabra, pasar tiempo a solas con Dios y escuchar al Espíritu Santo, mientras que se acercaba a las personas más incómodas y escandalosas de su tiempo, pero seguro de quien era y como Dios lo quería usar para bendecir a esas personas a pesar de las opiniones de los religiosos; así Dios quiere que vayamos a esos lugares donde nos ha puesto para iluminar y hacer brillar Su gloria, Su amor, Su gracia, Su misericordia y todo lo que Él es con nuestras acciones.
Oración:
Señor pon en nosotras una auténtica pasión por conocerte profundamente y siembra en nosotras convicciones que nos mantengan firmes en Ti, para hacer brillar tu luz en nuestras vidas y traer alivio a un mundo tan dolido y oscuro. Haz en nosotras tu voluntad y capacítanos para aprovechar y dar fruto donde nos has puesto.
En el nombre de Jesús, amén.
-xoxo, Dania
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