DE VUELTA A CASA

DE VUELTA A CASA

Recuerdo hace un par de años, manejando una noche de regreso a casa, tenía que cruzar la frontera para poder llegar. Se me había hecho ya tarde, las calles estaban oscuras y venía sola con mi bebé recién nacido.

Recuerdo haber pensado por un instante “no necesito el GPS” ya que era algo que hacía con frecuencia. En el trayecto, después de 40 minutos terminé en un lugar completamente desconocido, las calles de tierra sin pavimentar y otras cerradas por construcción, fue ahí donde me di cuenta que me había perdido y sobre todo, que estaba muy lejos de casa. Solo pensaba en una cosa, cómo era posible que después de tantas veces de manejar el mismo trayecto a casa, había terminando perdida en medio de las oscuras calles de Cd. Juárez con mi bebé recién nacido.

Meditando un momento sobre esto, cuantas veces en mi caminar con Dios he terminado perdida, alejada, sin dirección y sin saber cómo después de tantos años de conocerle puedo sentirme tan cerca pero a la misma vez tan lejos de su voluntad. Quizás y nos ha pasado a todas muchas más veces de las que nos gustaría aceptarlo, pasamos por distintas etapas y temporadas; unas buenas y otras no tan buenas.

En medio de nuestro caminar con Dios es fácil perder el enfoque de lo verdaderamente importante, por familiarizarnos con una “rutina” olvidamos Quién es el que dirige nuestros pasos. Terminamos en lugares en donde nos sentimos perdidas, desanimadas, sin propósito y llegamos a pensar que somos capaces de dirigir nuestras propias vidas.

Regresando a la historia, en aquel momento en donde me di cuenta que estaba perdida, lo primero que hice fue buscar una calle con luz suficiente, intentar agarrar señal, poner el GPS y escuchar de vuelta la voz que me dirigiera a casa.

Si alguna ves te has encontrado en esta posición o actualmente te sientes así, perdida, sin dirección, te quiero animar, tú y yo podemos escuchar la voz del Padre que nos guía de vuelta a casa.

Salmos 119:105 nos recuerda “Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino”.

Podemos tener la certeza que si en algún momento nos sentimos lejos de su voluntad es Jesús a quien podemos acudir para encontrarnos de nuevo. Es en Su palabra que podemos encontrar dirección y sabiduría para guiar no solo nuestras vidas sino las de nuestro hogar. Lo mejor de todo es saber que Él nunca se cansa de encontrarse con nosotras una y otra vez.

Así que recuerda que nunca estás demasiado “lejos” o demasiado “perdida”, Dios el día de hoy nos recuerda, que si tan solo podemos frenar y confiar que Su voz es la que trae dirección a nuestras vidas, Él nos va a encontrar de vuelta con nuestro propósito, estar con Él de vuelta en casa.

“El Señor dice: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti.”

‭‭Salmos‬ ‭32:8‬ ‭

Oración:

Señor el día de hoy vengo delante de ti buscándote con todo lo que soy. Reconozco que te necesito cerca todos los días de mi vida. Perdóname por confiar en mi propio entendimiento y ayúdame a confiar en que tu voluntad es perfecta para mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

Xoxo

Othoné