EN LA ESPERA

Estamos acostumbrados a querer todo al instante. Ansiamos que todas las cosas pasen en el momento que queremos. Nos desesperamos al estar esperando en la linea del puente, somos impacientes en la espera de una mesa en un restaurante, incluso tendemos a enojarnos al estar esperando nuestro turno en la fila del banco.

En pocas palabras, no nos gusta la espera.

Al hablar de la vida de David, siempre brincamos directo al momento en el que él vence a Goliat. Pero, que tuvo que pasar para que David llegara a este momento. En 1era de Samuel capitulo 16, Dios le revela a Samuel que el futuro Rey de Israel sería hijo de Isaí. Fue entonces que Samuel le dijo a Isaí que reuniera a todos sus hijos.

Samuel enfocó su mirada en el hijo mayor, quien probablemente se veía como un rey, actuaba como rey y posiblemente tenía todas las cualidades que un rey debía tener.

Isaí no pensó en traer a David delante del profeta Samuel.

A pesar de que Samuel dijo que reuniera a todos sus hijos, Isaí no considero a su hijo menor David. Esto nos refleja que David pasaba desapercibido por su propia familia. Pero las buenas noticias son que aunque David pasaba por desapercibido ante todos, David ya había sido ESCOGIDO por Dios.

Dios confirmo a Samuel que David era el escogido para ser el futuro rey de Israel. Lo más seguro es que Isaí, jamás pensó que David podía ser rey porque no se veía como tal, ni en su físico ni es personalidad; sin embargo, era el corazón de David la razón por la cual Dios había puesto sus ojos en el para cumplir este propósito.

Si algo podemos entender, es qué tan importante fue el momento de preparación de David. David fue regresado al campo a cuidar a sus ovejas, lo cual significa que tuvo un tiempo de espera antes que se cumpliera lo que Dios ya había revelado. Muchos pensamientos pudieron haber pasado por su cabeza, por ejemplo, el como él ya había sido elegido para liderar un pueblo y seguía cuidando ovejas. David pudo haber querido apresurar el tiempo para tomar su nueva posición o incluso llegar a creer que Dios ya se había olvidado de él.

Es difícil estar en un tiempo de espera ya que la mayoría de las veces sentimos que no es necesario o que estamos perdiendo tiempo. Esperar puede ocasionar que una persona se consuma de preguntas sin respuesta y/ó preocupaciones. También, dentro de la espera está la tentación de cuestionar a Dios, o querer que Dios apresure sus tiempos. Ver cómo David llevo acabo su momento de espera, nos enseña a ser pacientes y ver el qué hay propósito en la espera. Ver que Dios usó ese tiempo y rindió fruto en su vida. Vemos cómo David lo expresa en Salmos 23:2-3

“En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”

Cuando llegue tu siguiente etapa de espera, o si estás en medio de la espera, recuerda que el lugar indicado es en donde Dios te ha puesto ahora. Es común olvidar que Dios también trabaja en nosotros y a través de nuestras vidas aún en la espera. No olvides que Dios esta trabajando en lo que tu no puedes hacer sola. El mismo Jesús estuvo en tiempo de espera y de sumisión a Dios por años antes de empezar su ministerio haciendo milagros y predicando aquí en la tierra. Si Jesús mismo pudo esperar aun siendo Dios, tú y yo también necesitamos aprovechar al máximo el tiempo de espera. Dios siempre está haciendo algo, aún cuando parece que estamos en espera.

¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! - Salmos 46:10

Oración: Padre gracias por este tiempo de espera. Ayúdame a sobrellevarlo siendo paciente así como David. Enséñame a tener la visión de ver las cosas como Tú las ves. Perdóname si hay momentos en los que vienen pensamientos de duda, quiero aprender a confiar en ti por qué sé

que aún en el silencio sigues siendo Dios.

En el nombre de Jesús,

Amén.

xoxo

-Andrea