Siempre me ha gustado el deporte, recuerdo que en la preparatoria formé parte del equipo de atletismo y cada año se llevaba a cabo una competencia regional por lo que meses previos entrenábamos arduamente. Era un tiempo agotador física y mentalmente, aunque la competencia era desafiante dicha preparación determinaba en gran parte mi desempeño.
En la actualidad, como una mujer de 43 años relaciono mucho la vida con una “carrera” en la cual pareciera que los entrenamientos son los desafíos que enfrentamos, estoy segura de que lo has vivido, ya sea como enfermedad, transición de etapas, pérdida de un ser querido, ruptura amorosa, crisis económica, objetivos no alcanzados, etc... Sé que de alguna u otra forma nos podemos identificar.
En Isaías 41:10 (versión NVI) dice:
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia”.
Amo este versículo, cada vez el Señor lo trae a mi memoria cuando más lo necesito. Los últimos dosaños de mi vida han sido como una carrera con obstáculos que yo veía imposibles de sobrepasar; pero hoy te puedo decir que es Su diestra la que me ha sostenido. Él ha cumplido Su promesa pues Su bondad y fidelidad me persiguen cada día de mi vida (especialmente en el día malo). De una u otra manera siempre pude ver Su mano obrando en cada situación, además de Su presencia, me ha rodeado de hermosas mujeres que me animaron, consolaron y aconsejaron cuando sentía no poder más (rodéate de mujeres que te edifiquen).
Quiero ser muy honesta contigo, no siempre era positiva, aun cuando confío plenamente en Su buena voluntad como lo dice Romanos 12:2 y aunque creo firmemente que Él tiene planes de bien para mi vida como lo dice Jeremías 29:11, en el fondo de mi corazón había una pregunta. ¿Todo esto para quéSeñor?
Y un día (no hace mucho), como Él sabe hacerlo, me dio la respuesta a través de Su Palabra.
En Lucas 22:31-32 (versión NVI)dice:
“Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos”.
Con Su gracia e incomparable amor me dijo: He permitido este “zarandeo” porque te estoy preparando. Me conmovió comprender que Él estaba aprovechando esta complicada temporada para fortalecer mi fe, desarrollar mi carácter y producir el fruto de Su Santo Espíritu y así poder ser la mujer que me ha llamado ser, además como dice al final el versículo; “Cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos”.
Exactamente eso haré Señor.
Querida amiga, en la carrera de la vida seguramente nos toparemos con obstáculos que en nuestras fuerzas son imposibles de sobrellevar, pero te animo a seguir adelante con la certeza que el Señor no solo nos acompañará a lo largo de la carrera, también nos recibirá en la línea de meta diciendo: Ella es mi hija amada y para esta hora ha llegado.
Oración:
Gracias Padre porque eres fiel a Tu palabra y podemos descansar confiadas que tú nunca nos dejarás.Gracias por que Tu amor nos sostiene en la temporada difícil y gracias porque Tu obra transformadora se perfecciona día con día en nuestras vidas. Oro por cada mujer enfrentando desafíos para que sean guiadas y fortalecidas a través del poder de Tu Espíritu Santo, Amén.
Con cariño
Ivette
Es cierto, vivimos en un mundo plagado de maldad y violencia, y en ocaciones podemos sentirnos como el fiel Job.. que de la nada le cayo la desgracia y renego muuuucho de su situacion al grado de decir que mejor era morir.. pero con la ayuda de Dios el podria ser resucitado y tener una mejor vida... ¨tu llamaras y yo responderé, ansiaras volver a ver la obrade tus manos¨ Job 14:14... me encanta leer ese capitulo aunque no podemos irnos a otro planeta como Job, si nos da la fuerza que es mas alla de lo normal para aguantar cualquier cosa, y nos recuerda loque dice 2 Corintios 12:10 ¨cuando soy debil, soy poderoso¨