top of page
Buscar

La bendición de ser madre

  • Foto del escritor: nosotrasblg
    nosotrasblg
  • 12 ago 2024
  • 2 Min. de lectura

El haber sido madre de tres hijos y ahora abuela de cinco nietos, me ha hecho comprender la importancia de criar a los hijos en el camino de Dios desde pequeños.

Recordemos Deuteronomio 6:7-8 (NVI)

“Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca…”.

Nos dice que enseñemos y hablemos a nuestros hijos estando en casa, en el caminar diario, cuando te acuestes y te levantes, etc. Creo que no hay posición mejor en el ministerio que el poder que nos da ser madres.

Yo pensaba que la maternidad no era un ministerio, pensaba que el servir a Dios en la iglesia era lo mejor. Pero Dios por medio del Espíritu Santo y usando a personas abrió mis ojos y llevó mis pensamientos a Sus perfectos y sabios caminos.

Conforme escuchaba predicaciones, asistía a congresos, etc. Iba entendiendo la responsabilidad y el privilegio maravilloso que es criar a mis hijos para Dios. A medida que estudiaba Su Palabra me mostraba lo apasionado de ser madre y de enseñar a los hijos la Palabra de Dios. No a los niños de la iglesia, ni a tus amigas, ni a las mujeres de la iglesia, ni a tus vecinas u otras personas; sino a nuestros hijos mientras ellos estén en casa.

Podemos hacer muchas cosas por nuestros hijos, pero el enseñar la Palabra de Dios debe ser nuestra pasión, ¿por qué? Porque es la ley divina y tiene un gran valor para la salvación y eternidad. La Palabra de Dios nunca vuelve a él vacía sin primero cumplir su divino propósito como nos dice Isaías 55:11.

Lo primero que mis hijos deben de ver en mí, es esa pasión por la Palabra. Debemos llenar nuestro corazón de ella y luego enseñarla con nuestro diario vivir, cada día, cada minuto. Debemos estar siempre listas y cuando se presente la oportunidad exponer el Evangelio hablado, ya sea que esté de moda o no. Recordemos que nuestros hijos nos observan y estamos enseñándoles algo de continuo, ya sea positivo o negativo.

Nuestro andar incluye todo lo que hacemos, decimos y lo que no hacemos, y no decimos. ¿Cómo es tu andar? ¿Qué ven tus hijos de Dios en ti? ¿Qué estás enseñando? Todo va acompañado con el amor y no des a otros lo que no has dado en casa. Tu hogar puede ser un pedacito del cielo donde tus hijos siempre quieran estar.

Agradezco a Dios por esto y solo lo pude hacer con Su ayuda. Ahora mis hijos ya grandes y padres me han honrado, expresándome constantemente como dice Proverbios 31:28.

Oro por cada madre ya sea si tienes hijos pequeños, adolescentes, jóvenes o incluso si son maduros y no están en casa. No te rindas lo que siembras cosecharás a su debido tiempo, si no te das por vencida.

Bendigo este espacio y por quienes estarán leyendo este blog. Dios les dé sabiduría para enseñar Su Palabra a tiempo y fuera de tiempo, amén.


xoxo

-Noemí

 
 
 

Comments


  • White Instagram Icon
bottom of page