Aflicción, adversidad, pena, pesar, dolor, pesadumbre, tristeza, congoja, amargura, desazón, quebrantamiento, sufrimiento…
Juan 16:33
“En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo”.
Si leemos este versículo completo, podemos ver que el Señor Jesús comienza diciendo: Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz.
Las cosas a las que Jesús se refiere, las podemos ver unos versículos antes; se las mencionaré en pocas palabras: ya no les hablaré por alegorías, sino claramente les anunciaré acerca del Padre (v. 25), el Padre los ama (v. 27), salí del Padre y he venido al mundo; dejo al mundo y voy al Padre (v. 28), serán esparcidos, cada uno por su lado (v. 32).
Algunas de estas palabras las podemos aceptar sin problema, pero otras no parecen tan agradables. Sobre todo, la segunda parte del versículo 33; “en el mundo tendrán aflicción”. La aflicción no nos gusta, no queremos vivirla, ni verla cerca de nosotros.
Sin embargo, el Señor nos anticipa que confiemos en Él, porque ya ha vencido al mundo. Por eso, queridas amigas, cuando estemos en aflicciones y problemas, recordemos esta preciosa promesa de Dios y veremos que podemos tener paz en medio de la mayor tormenta en nuestras vidas.
Además, tenemos otra promesa que nos reitera que, en todo momento, Dios estará con nosotros.
Hebreo 13:5b
“…Porque Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré”.
En el griego, idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, existe lo que se llama triple negación, y se usa cuando el autor quiere ser sumamente enfático. En este versículo se usa esa triple negación y se traduce así: “Nunca, nunca, nunca, bajo ningún concepto te dejaré indefensa, ni te abandonaré, ni te dejaré de sostener, decididamente no”.
Saber esto, sí que nos debe traer paz en medio de cualquier aflicción. Recuerda, jamás estarás sola.
Oración:
Gracias, amado Dios por Tu Palabra, que siempre nos recuerda Tu amor y que nos ayuda cada día a conocerte más.
Que Tu Espíritu Santo nos guíe, para que nuestra relación contigo sea más cercana, más íntima, de tal manera que nada, ni nadie pueda separarnos de Ti.
En el nombre de Jesús, amén.
-xoxo
Lupita Vázquez
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