PUEDE QUE NO ESTEMOS LISTAS, PERO NO ESTAMOS SOLAS

Muchas veces llegamos a creer que cuando ciertas pruebas o adversidades se presenten a nuestra vida, seremos perfectamente estables y maduras para hacerles frente, creemos que estaremos preparadas para tomar decisiones con la cabeza fría y que podremos manejar las cosas en completo control.

Podemos prepararnos para situaciones de emergencia como que hacer en caso de un incendio o un desastre natural o de un robo o asalto y es muy bueno desarrollar esa capacidad de tomar decisiones acertadas, sin embargo, no siempre lo tienes todo cubierto, aunque así lo creas.

El mes pasado, sin esperarlo y haberlo tenido contemplado (obviamente), tuve que hacerle frente a una situación que no me esperaba para nada. De un día a otro la salud y vida de mi papá estuvo en completo peligro, un tumor en el estómago y un diagnóstico de probable cáncer llegaron a la vida de mi familia y la mía sin avisar y sin pedir permiso. Desde entonces han sido semanas excesivamente cansadas, desesperantes, preocupantes, de mil emociones y pensamientos, semanas donde Dios ha retado mi fe grandemente.

Sin embargo, hoy me quiero concentrar en recordarte lo importante que es estar rodeada de personas que ayudan a sostener tu mano cuando te estas desmoronando y es en estos momentos donde te das cuenta de que las oraciones, las palabras de amor y bondad, el apoyo y el cuidado de tu familia en Cristo, te fortalece y centra tus pensamientos para hacerle frente a lo que venga.

¡Así es! No fuimos diseñadas para enfrentar las adversidades por nuestra cuenta, aunque creas estar completamente lista y preparada para hacerlo tu sola, por eso es importante cultivar y rodearse de amistades que NO te permitan rendirte y que te hagan recordar donde debes fijar tu mirada.

Por otro lado, te pido ser honesta contigo y preguntarte lo siguiente: ¿eres tu esa persona o amistad que levanta a sus amigos y familia? Si tu respuesta es no, te reto a que comiences a serlo. Mientras estuve en el hospital cuidando a mi papá, pude conocer la historia de muchos de los enfermos que estaban junto a él, algunos pacientes se encontraban hospitalizados por enfermedades graves y se encontraban completamente solos y en ese momento Dios hizo que volteara mi mirada a ver la necesidad de otras personas.

¿Cuántas veces nos centramos únicamente en nosotras sin darnos cuenta de que la mujer que tienes enseguida necesita de tu ayuda? Mientras yo pasaba por esto, gente a mi alrededor estaba pasando por otras cosas y, fue en esos días que escuché algo lleno de verdad: cuando dejamos de ser egoístas por un minuto y comenzamos a bendecir y a dar, nuestra situación cambia, nuestros ojos se abren, nuestro ánimo se transforma y somos doblemente bendecidas.

12 De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo…14 Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro, sino de muchos. 15 Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. 16 Y, si la oreja dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? 18 En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. 19 Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? 20 Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo.

1 corintios 12: 12, 15-20

Me he sentido en mayor calma y paz al estar pendiente también de las necesidades de mis amigos y familia, de los demás miembros del cuerpo, pude fortalecer mi fe al escucharlos y apoyarlos con oración y con palabras de amor y también al alegrarme y celebrar las buenas noticias y las victorias en medio de lo que mi familia y yo estamos atravesando.

“Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían, 25 a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. 26 Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y, si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él.”

1 corintios 12: 24-26

¿Sabes qué es lo que convierte a una persona en un amigo? Un amigo no solo dice cosas, sino que las hace. Comencemos a ser esa amiga que Jesús nos pide que seamos, que nuestra motivación sea el amor para usar nuestros dones en apoyo para no dejar caer a las demás, la verdad es que seremos mucho más bendecidas y reconfortadas. Todas somos partes del cuerpo y todas somos importantes, vitales y necesarias para que el cuerpo pueda funcionar.

Posiblemente no reaccionemos como creíamos ante cosas dolorosas y complicadas, pero no estaremos solas porque pertenecemos a un cuerpo lleno de miembros que nos fortalecerán.

Oración: Jesús te pido que me enseñes a ser esa amiga que tú quieres que sea, esa persona que da aliento cuando los demás lo necesitan y a no enfocarme únicamente en mí que olvide que me puedes usar para bendecir a otros. Gracias por la gente que has puesto a mi alrededor para amarme y apoyarme, gracias por esos amigos y familia que no permite que me rinda.

Amén

-xoxo

Andy C.