top of page
Buscar
Foto del escritornosotrasblg

Riendo sin temor al futuro

Cuando iba a la primaria y nos ponían a leer en voz alta, a cada uno nos tocaba un párrafo en orden de asiento. Yo siempre contaba cuántas personas iban delante de mí para saber cuál párrafo me tocaría y estar preparada. Ahora, en la universidad, me gusta revisar el calendario escolar y la rúbrica de materias que debo cursar antes de cada semestre, para saber qué actividades habrá y poder estar mentalmente preparada. No es algo nuevo que, la mayor parte del tiempo busque saber qué sigue en mi vida para estar "preparada".

 

Llegó un punto en mi vida en que eso de "prepararme" se tornó en ansiedad. Siempre quería estar "preparada" para sentirme más segura ante cualquier situación, pero me di cuenta de que no todo está en mis manos. Fue entonces cuando el miedo y la ansiedad no me dejaban dormir, preocupándome por lo que sería de mi vida en el futuro o en qué me iba a dedicar. Incluso me preocupaba por lo que haría al día siguiente. Finalmente, después de varios días sin dormir, la ansiedad me llevó al médico una noche. Aunque fue un proceso difícil y largo, hoy estoy agradecida porque Dios me atrajo a Su corazón y puso paz en mi corazón. Uno de los muchos pasajes que me trajo consuelo en esa temporada de mi vida y aún en días inciertos es este:

 

Mateo 6:26-30 (versión NVI)

“Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba, que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?”.

 

Qué increíble es tener un Padre celestial cercano que cuida no solo de lo que vestimos o comemos, sino de cualquier situación, sueño, anhelo o dificultad, y de nuestro día a día.

 

Si miramos a nuestro alrededor, sabemos que muchas cosas no pintan bien, lo que podría causarnos preocupación o temor por el futuro. Tal vez hoy sea un diagnóstico, el desempleo, una separación, alguna pérdida, o la situación actual en la que te encuentras.

 

Aun cuando haya incertidumbre y muchos pensamientos en nuestra mente frente a una situación difícil o algún problema, descansemos y riamos sin temor al mañana. Confiemos y fijemos nuestra mirada en nuestro Padre, que tiene todo bajo control. Como dice más adelante en los versos de Mateo 6:33-34 (versión NVI):

"Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se preocupen por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.

 

Confiemos en que cada día tiene su propio afán, y que Dios sigue en control. Puede que no veamos o sintamos que todo está bien, o incluso que la situación parezca no tener solución, pero descansemos en que Él cuida de nosotros, así como de las aves del cielo.

 

¿Por qué preocuparnos por el mañana?

¡Mejor riamos sin temor al futuro!

 

Oración:

Gracias, Abba, porque nos permites abrir los ojos un día más. Gracias por tu amor y paz en medio de los días difíciles e inciertos. Gracias por traer gozo, paz y alegría a nuestros corazones, para poder vivir confiadas y tranquilas. Abba, ayúdanos a vivir agradecidas y con un corazón gozoso frente a cualquier situación. Permítenos ver los destellos de Tu gracia, aun en los días grises. Oro para que podamos ser mujeres que ríen sin temor al futuro, porque sabemos y confiamos en Ti, Abba, quien cuida de cada una de nosotras y tiene nuestros futuros en Tus manos. Amén.

 

Mucho amor

Ana Talavera

Comments


bottom of page