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Marytoña Salazar

Sacrificios que agradan a Dios

Hebreos 13:16 (versión NVI)

“No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios”.

 

Dos meses antes de un viaje que teníamos planeando por meses, mi hermana nos da la noticia que le diagnostican cáncer de mama y claro que nos dolió el corazón y el alma, piensas en que puede pasar lo peor. La palabra cáncer es pensar en dolor y muerte, pero nosotros como hijos de Dios, vivimos con la esperanza de que Él pueda hacer un milagro de sanidad. 

 

¡Lo primero que hicimos fue orar por ese milagro! Gracias a Dios tengo una familia unida, oramos unos por otros, también le pedimos por nuestro viaje que lo habíamos esperado por meses y Dios es TAN BUENO que puso todo en su lugar. Mi hermana, una mujer muy valiente y que ama al Señor con todo su corazón, le hicieron la mastectomía; gracias a Dios se recuperó muy rápido de la cirugía, el doctor le dijo: Váyase a su viaje y disfrute, cuando regrese empezaremos su quimioterapia. Yo le dije: ¡Hermana si llegas a perder el cabello yo me uno contigo y me rapo también para andar iguales! 

 

Regresando de viaje se presentó a su primera quimioterapia y al mes siguiente tuvo que raparse y yo cumplí mi palabra de ir a raparme con ella. Fue una experiencia donde mi corazón y mi espíritu se llenó de gozo por acompañar a mi hermana en este tiempo difícil, a la vez sentí que Dios me hizo más sensible al dolor de los demás, pensar en que a cualquiera le puede pasar.

 

Al verme al espejo sin cabello, me llenaba de satisfacción porque lo hice por amor, ella estaba peleando una batalla y yo solo había perdido mi cabello que pronto me iba a crecer. Me di cuenta de que no importa dejar o sacrificar algo por alguien que amamos cuando nuestro corazón está agradecido por lo que tenemos. 

 

¡Cuánto nos ama Dios qué sacrificó a Su hijo por nosotros!

Y tú, ¿has sacrificado algo por alguien? 

Cuanto podemos dar y no nos damos cuenta de nuestra capacidad de dar algo por los demás. Tal vez lo que yo sacrifique fue algo sencillo, el cabello que vuelve crecer; tengo una amiga que sacrifico un riñón por su hermana.

 

Juan 15:13 (versión NVI)

“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

 

¿Tú qué darías por alguien que amas? ¿Darías algo por alguien que apenas conoces? 

Si das compasión, misericordia, amor y das de tu tiempo puedes empezar a experimentar el sacrificio por los demás, puedes ayudar o cuidar a alguien con necesidad. 

 

1 Juan 3:16 (versión NVI)

“En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos”.

 

¡Muchas veces las personas solo necesitan de un abrazo, una palabra de ánimo o escuchar que todo va a estar bien! Demos a otros lo que tenemos y no nos cansemos de hacer el bien, tal vez no tienes que sacrificar tu cabello como lo hice yo o un riñón como lo hizo mi amiga, pero si puedes tomar de tu tiempo para ayudar a alguien con necesidad. 

 

En Lucas 10:33 al 36 habla del Samaritano que ayuda a una persona, que SIN conocerla tuvo compasión, lo curo, lo llevo a un lugar y pagó para que lo atendieran. Tenemos que ser unas buenas samaritanas y, ¡hacer el bien! 

 

Oración:

Señor Jesús gracias por tu sacrificio por mí en la cruz, te pido que me hagas como el samaritano que tuvo compasión por el necesitado, tuvo misericordia, y amor, que dio de su tiempo y su dinero, que yopueda hacer el bien y dar de lo mucho que Tú me das.

En el nombre de Jesús 

Amén 

 

Una samaritana en proceso

Marytoña Salazar

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