TODAS TENEMOS LA MISMA MISIÓN

Pensar en el reto que enfrentan las mujeres al ser madres y criar hijos en los tiempos tan complicados que estamos viviendo puede ser muy abrumador y preocupante. Pero pensando en las mujeres de la Biblia, nos podemos dar cuenta de dos cosas; uno, que nunca ha sido fácil y siempre ha representado un gran reto la tarea de la maternidad; y dos, que las mujeres unidas podemos lograr grandes cosas para Dios. La Biblia nos habla de todo tipo de mujeres que enfrentaron desde infertilidad, hasta tener que dejar ir hijos pequeños, hasta mujeres que vieron a sus hijos morir antes que ellas. La humanidad siempre ha estado en constante crisis, confusión y desesperación. Aún la madre del hijo de Dios tuvo que sacrificar mucho y hasta huir para salvar la vida de su bebé.

Pero hoy quiero que analicemos la vida de Jocabed la madre de Moisés. Éxodo 2:1-10

Jocabed vivió en un mundo como el nuestro donde las personas vivían alejadas de Dios; viviendo solo para satisfacer sus deseos. Los hebreos solo vivían para trabajar bajo una cruel esclavitud, sin tener libertad, ni fuerzas para reunirse a disfrutar la vida en familia y servir a Dios.

Era un mundo cruel, sin respeto por la vida humana, donde parteras tuvieron que matar a los bebés varones al nacer por capricho del faraón.

Como puedes ver, el mundo de Jocabed era muy parecido al nuestro. Todos viendo por sus placeres y diversión sin acordarse de las cosas de Dios. Con diferentes grupos, razas, partidos y países en guerra.

Mujeres y niños viviendo en esclavitud, a veces en sus propias casas. Y los niños muriendo aún antes de nacer.

Jocabed logró librar la vida de su hijo Moises y permanecer a su lado para verlo crecer, no por vivir en un mundo mejor a el nuestro, sino por el cuidado y la sabiduría de Dios sobre su vida.

Faraón tuvo miedo porque el pueblo de Israel estaba creciendo más que el de Egipto; así que mandó asesinar a todos los niños varones que nacieran, incluso, mandó traer a dos parteras importantes de esos tiempos, Sifrá y Fua, para instruirles echar al rio a todos los niños que nacieran de mujeres hebreas. Pero ellas desobedecieron al Faraón y Dios prosperó a sus familias por haber temido a Dios.

Muchas mujeres hebreas estaban enfrentando la misma amenaza, pero Jocabed ¡no se dio por vencida!

Ella asumió su responsabilidad sabiendo que la vida de su hijo dependía de ella, así que ideó un plan y construyó una canasta impermeabilizada con asfalto y brea para salvar la vida de su bebé.

También leemos en la Biblia que la persona que estuvo ahí para ayudarla, no fue su esposo, ni una persona con influencias, sino su hija Miriam, una jovencita que vigiló la canasta a la distancia después de ponerla en el río con el bebé adentro y con la instrucción de su madre supo qué hacer cuando alguien encontrara la canasta. Con el respaldo de Dios, el plan de Jocabed y su hija Miriam funcionó a la perfección, y fue la hija el faraón quien adoptó a Moises pues al ver al niño que lloraba tuvo compasión de él. ¡Y hasta le pagó a Jocabed por criarlo por ella! ¡Dios siempre hará mucho más de lo que podamos pedir o imaginar! Efesios 3:20

Él toca los corazones para que su plan fluya como las mismas aguas de un río. Así que, el mismo hombre que mandó matar a Moises terminó pagando su sustento y educación. Jocabed pudo amamantar y permanecer junto a su hijo para enseñarle el amor del Dios verdadero y el amor a sus semejantes ¡Moises tenía el amor de Dios en su corazón!

Y con el paso de los años Jocabed pudo ver a su hijo ser usado por Dios para librar a todo su pueblo Israel. Fue su mano la que meció la cuna del libertador de toda una nación.

Sea que eres una mamá arrullando a tu bebé, una ginecóloga viendo a un niño nacer, una jovencita ayudando a tu madre, o una mujer de influencia ¡Dios usa a las mujeres de fe para lograr sus propósitos eternos!

¡Nosotras también podemos marcar la diferencia y no solo influenciar a nuestros hijos! Sino que juntas podemos influenciar a toda una generación y sus descendientes, trayendo cambio, alivio y esperanza a través de el amor de Dios a un mundo que sufre.

¡Todas como hijas de Dios tenemos un corazón de madre! ¡Todas tenemos la misma misión!

Xoxo

Patty Richards